Chatelaine para reloj de bolsillo siglo XIX

Características de Chatelaine para reloj de bolsillo siglo XIX

Características:

• Metal sobredorado en oro incrustaciones de ágata
• Motivos barrocos aguila, ángel y floral
• Fabricado en Ginebra 
• Autor: Jean-François Fistaine 
• Pátina original
• Año 1880

Observaciones y notas: Los chatelaines han estado en uso desde al menos el siglo VIII. Usados ​​en el cinturón, permiten a lo hombres y mujeres llevar  decorativos colgantes y dispositvos multifuncionales como relojes, sellos, accesorios de costura, ... todas aquellas pertenencias que deseaban ser lucidas sin la necesidad de tener bolsillo.

Esta antigua y espectacular leontina o chatelaine posee un copete trapezoidal y pinza para su sujeción al cinturon en la parte posterior. En la base del copete se disponen 3 líneas de colgantes: dos cadenas laterales y una central formada por tres placas amorfas, profusamente labradas sobre ágata bellamente estriada donde encontramos un jarrón con flores, un par de águilas y un ángel ; para acabar con un gancho giratorio para la sujeción del reloj.

Perteneciente a la específica categoría de castellanas o catalinas de reloj, el cual se dispone en el gancho central; en las cadenas laterales se solían colgar la llave del reloj y el sello.

Sus paneles flexibles separados se ajustaban a los movimientos del hombre o mujer. Esta antigua joya de adorno personal es muy apreciada por la artesanía de su creación y, en general, por el valor de sus componentes. 

Sorprendente cadena de reloj, pieza con mucha historia.

Historia: El Chatelaine es un adorno usado tanto por hombres como por mujeres y generalmente sujeto al cinturón o bolsillo, con cadenas con ganchos para colgar pequeños artículos como relojes, llaves, sellos, tabletas, tijeras y carteras. La palabra chatelaine se deriva de una palabra que significa el guardián de un castillo, por lo tanto, la persona encargada de las llaves. Durante el siglo XVIII, los chatelaines fueron particularmente populares. Los mejores estaban hechos de oro; los más baratos de una aleación amarilla se llamaron pinchbeck, en honor al inventor del material. Algunas castellanas estaban decoradas con repujado o esmalte y representaban escenas bíblicas, mitológicas o de género. Otros tenían incrustaciones de ágata y, hacia fines del siglo XVIII, algunos estaban adornados con camafeos en un estilo pseudoclásico.

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